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Para finalizar el asunto, decidí que sería bonito recopilar todo el sentido de las extrañezas y las maravillas en un animación de 10 minutos. Ahora me da risa, pero en su momento me angustié demasiado al ver que luego de 200 dibujos solo llevaba 40 segundos de animación.

Este pequeño gesto de cierre encierra en si el misterio de las inoportunidades de las cosas absurdas cuya empresa del propósito productivo no es viable. Actos de fracaso que de una u otra manera terminan triunfando. 

Encontré en un texto que en latín la palabra Imago significaba Imagen, sombra y alma al mismo tiempo. Una palabra cuántica que logra capturar algunos de los SPI (Sin propósitos institucionales) del arte. La maravilla de encontrar el dibujo de la lonchera perdida y viajar al pasado a las cuevas de Altamira. 

El arte siempre se vale de cuanta artimaña encuentra para hacer visible lo que antes no lo era, para hacer presente lo que está ausente, alcanzar lo inalcanzable y materializar imposibles y en medio de este propósito absurdo surge el artificio, ese mismo que trae la esperanza de la lonchera, que inmortaliza la sombra del amado, que se maravilla de ver el fuego por primera vez y que se encarga de destruir, desaparecer o transmutar la roca abriendo una brecha, una fisura en la configuración que llamamos "realidad"

Sísifo a vuelto a engañar a los dioses.

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